La terapia respiratoria es una forma de atención sanitaria en rápido crecimiento porque abarca una amplia gama de afecciones relacionadas con la respiración, desde el asma hasta el cáncer de pulmón. Por tanto, si tienes un familiar que necesita de un ventilador mecánico no invasivo, es mejor que optes por este tipo de atención.
De hecho, esta terapia ofrece una oportunidad excepcional para ayudar a los demás. A continuación, en la siguiente guía completa, te mostraremos de qué se trata la terapia respiratoria y qué tipos de afecciones tratan los terapeutas respiratorios.
¿Qué es la terapia respiratoria?
La terapia respiratoria es una especialidad que se centra en el tratamiento y la gestión de las afecciones pulmonares. Y el terapeuta respiratorio es el principal profesional encargado del campo que realiza algunas funciones como:
- Monitorear exámenes respiratorios
- Conducir un régimen de ejercicios
- Realizar un seguimiento de la evolución pulmonar
En sí, estos terapeutas pueden ayudar a las personas con tubos de traqueotomía para que puedan respirar por la nariz o la boca. Pero, también se ocupan de aquellos que no pueden respirar por sí mismos y deben depender de un respirador artificial.
¿Cuáles son las funciones de un terapeuta respiratorio?
¿Sabes cuáles son las funciones de un terapeuta respiratorio (TR)? De hecho, la mayoría de ellos trabajan en hospitales, clínicas y residencias de ancianos. En ellos, desempeñan diversas funciones, como por ejemplo:
- Proporcionar oxígeno a los pacientes con niveles bajos de oxígeno
- Utilizar terapias de inhalación para administrar medicamentos a los pulmones
- Proporcionar fisioterapia torácica (FT) para eliminar la mucosidad de los pulmones
- Establecer y mantener sistemas de ventilación y otros equipos
- Controlar los signos vitales, los análisis de sangre y los gases sanguíneos
- Asistir en la reanimación cardiopulmonar y en el manejo de las vías respiratorias
Aunque la mayoría de los especialistas respiratorios trabajan en clínicas y centros médicos, algunos saben cómo hacer una terapia respiratoria en casa. En este sentido, pueden realizar pruebas para determinar la salud pulmonar o para detectar la apnea del sueño.
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¿Qué tipos de enfermedades trata un TR?
Un TR colabora estrechamente con los médicos y las enfermeras para diseñar planes de tratamiento adecuados para los pacientes. De hecho, estas personas participan en el tratamiento de los problemas respiratorios y de las vías respiratorias que pueden derivarse de una serie de afecciones como las siguientes:
1. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
La EPOC es una de las afecciones respiratorias crónicas más comunes y mortales, es decir, una enfermedad pulmonar progresiva que provoca dificultades para respirar. Por otro lado, la EPOC es un término general que se utiliza para las afecciones pulmonares a largo plazo, como:
Enfisema
Es una enfermedad que resulta de los sacos de aire dañados en los pulmones. Es decir, una vez que la enfermedad los destruye, se fusionan en un gran saco de aire y pierden su capacidad de absorber oxígeno adecuadamente.
En consecuencia, hay menos oxígeno en la sangre. Por ello, los sacos aéreos dañados pueden hacer que los pulmones se estiren y pierdan elasticidad. Y debido a que el aire queda atrapado en los pulmones, las personas que padecen enfisema tienen dificultades para exhalar.
Bronquitis crónica
Es una enfermedad que hace que la persona experimente falta de aire, tos y exceso de mucosidad. También, provoca la pérdida de los cilios, que son fibras similares a pelos que recubren los tubos bronquiales y ayudan a eliminar la mucosidad.
Asma refractaria
Se considera que los pacientes con asma son refractarios cuando tienen síntomas persistentes, ataques de asma frecuentes y una función pulmonar deficiente a pesar de estar tomando medicamentos para el asma.
2. Neumonía
La neumonía es una infección pulmonar que hace que los sacos de aire de los pulmones se llenen de líquido o pus. Es decir, esta afección puede dificultar que la persona inhale suficiente oxígeno para que llegue al torrente sanguíneo.
Asimismo, ¿sabías que la neumonía puede ser desde una enfermedad leve hasta una enfermedad grave que lleva a la hospitalización? De hecho, cualquiera puede contraer esta infección, pero los bebés y los adultos mayores son especialmente susceptibles.
Existen varios factores que contribuyen al desarrollo de la neumonía, como la infección bacteriana o vírica, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. No obstante, los síntomas pueden variar en función de la causa de la enfermedad, de la edad y el estado de salud general del paciente.
Estos síntomas suelen desarrollarse a lo largo de unos días, pero pueden no ser evidentes. A continuación, veamos algunos de ellos:
- Tos que produce moco o flema
- Dolor en el pecho al respirar o toser
- Dificultad para respirar
- Fatiga
- Pérdida de apetito
- Sudoración
- Escalofríos
- Fiebre
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
Para determinar si una persona tiene neumonía, un TR intentará primero conocer los síntomas y el historial médico del individuo, como por ejemplo si la persona ha estado cerca de personas enfermas en casa o en el trabajo y si el paciente tiene el hábito de fumar.
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3. Sinusitis
También conocida como infección de los senos paranasales, la sinusitis es una de las afecciones de las vías respiratorias superiores más frecuentes. Se trata de una inflamación de los senos paranasales y las fosas nasales, situados detrás de la frente y la nariz y entre los ojos.
La sinusitis aguda suele desaparecer por sí sola en cuatro semanas, mientras que la sinusitis subaguda puede durar hasta tres meses. Por otro lado, la sinusitis crónica puede durar más de tres meses, pero sus síntomas suelen ser más leves. Sin embargo, todos los tipos presentan los mismos síntomas, que son los siguientes:
- Goteo o congestión nasal
- Reducción del sentido del olfato
- Tos
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Fatiga
Para diagnosticar la sinusitis, un TR puede preguntar a los pacientes sobre sus síntomas y realizar un examen físico. De igual forma, puede hacer una prueba adicional, como una tomografía computarizada, una resonancia magnética, una evaluación endoscópica de fibra óptica o una prueba de alergia, si sospecha que la infección es crónica.
Hasta aquí, hemos visto qué tipos de condiciones tratan los terapeutas respiratorios. Esperamos que este artículo te permita entender por qué estas afecciones requieren la atención de estos especialistas. No olvides que un terapeuta respiratorio puede ayudar a controlar los síntomas del asma, los medicamentos y los desencadenantes.
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